Letanías Lauretanas

Letanías Lauretanas

¿Qué es una letanía?

Letanía es una palabra griega que significa oración, es una plegaria formada por una serie de cortas invocaciones, que los fieles rezan o cantan en honor a Dios, a la Virgen o a los santos. El uso de las Letanías es antiquísimo, encontramos vestigios de ellas en los textos de los padres apostólicos del siglo II de la Iglesia, siguiendo la recomendación de San Pablo: “Recomiendo, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por los hombres de toda clase, por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y de paz, con toda piedad y dignidad” (1Tim2,1-2). La más antigua es la Letanía de los santos, pero hay otras también aprobadas por la Santa Iglesia. Las letanías fueron utilizadas para indicar las súplicas rezadas en conjunto por los fieles, particularmente durante las procesiones.

En honor de nuestra Madre Santísima, conocemos la más popular de todas las Letanías, la Lauretana, que es llamada así en las Constituciones de los Sumos Pontífices: Sixto V, Clemente VIII, Alejandro VII, etc., porque se usó por primera vez en el Santuario de Loreto en Italia. Procede de los siglos XVI y XVII, aunque con el tiempo esta letanía fue enriqueciéndose con nuevos títulos que por decreto los papas añadían al texto tradicional que tenía como base de 50 invocaciones.

Letanía Lauretana

Cuando la casa en la que Nuestra Señora había vivido en Tierra Santa fue transportada milagrosamente a la ciudad de Loreto, en Italia, en 1291, el milagro se difundió rápidamente y dio inicio a numerosas peregrinaciones. Con el tiempo, los peregrinos compusieron una serie de súplicas a Nuestra Señora, que la invocaban por sus más importantes títulos espirituales. Esas letanías, que empezaron luego a ser cantadas en el santuario, se popularizaron por los peregrinos en todo el mundo católico.

La Letanía Lauretana, son llamadas así en las Constituciones de los Sumos Pontífices en el año 1500, se compone de una serie de invocaciones a María, de títulos de honor que los santos Padres le dieron, títulos que se fundan principalmente en la única e incomunicable dignidad de María Madre de Dios. Con ellos honramos su persona e invocamos su poderosa intercesión.

Se creó en muchos fieles la convicción errónea de que las Letanías eran como una especie de apéndice del Rosario. En realidad, las Letanías son un acto de culto por sí mismas: pueden ser el elemento fundamental de un homenaje a la Virgen, pueden ser un canto procesional, formar parte de una celebración de la Palabra de Dios o de otras estructuras culturales.

Estructura

Las primeras invocaciones son a Dios adorable Trinidad y a Cristo Redentor, para dar a entender que de Dios nos llega todo bien y que Cristo es la fuente de toda gracia, es nuestro fin supremo. La Santísima Virgen María es el mejor camino para llegar a Dios.

Después de la introducción, la estructura de las invocaciones a María, pueden dividirse en seis grupos:

  1. Las primeras abarcan, TODAS SUS GRANDEZAS O PRIVILEGIOS, tomadas de las letanías de los santos (Santa María, Santa Madre de Dios. Santa Virgen de las Vírgenes /1-3/).
  2. Siguen 13 invocaciones para honrar sus ATRIBUTOS COMO MADRE /4-17/ (Madre de Jesucristo, etc.).
  3. Se saluda luego 6 invocaciones para honrar a MARÍA VIRGEN /18-23/ (Virgen prudentísima, etc.).
  4. Las prerrogativas de nuestra Señora son representadas 13 invocaciones por títulos simbólicos de origen fundamentalmente bíblico, IMÁGENES O SÍMBOLOS /24-36/ (espejo de justicia, etc.).
  5. Se exalta la Gloria de María, ayuda y consuelo de los que estamos en la tierra, 5 invocaciones de su misericordia en SUS RELACIONES CON LA IGLESIA MILITANTE /37-41/ (salud de los enfermos, etc.).
  6. Finalmente se considera 13 invocaciones de Reina de cuantos están en el Cielo y en la Tierra, SE CELEBRA SU GLORIA EN LA IGLESIA TRIUNFANTE /42-54/ (Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Profetas, etc.)

Esta bellísima oración a María se cierra con una triple invocación a su Divino Hijo, CORDERO DE DIOS que quita los pecados del mundo, para que nos perdone, nos escuche y tenga misericordia de nosotros que tantas veces hemos pecado.

Adiciones

En el transcurso de los años, los Papas añadieron algunas invocaciones, ej.

      • Pio V (1566-1572) Cuando Europa fue invadida por los turcos, se añadió: “Auxilio de los cristianos”;
      • Reina de Polonia incluida en 1656, solo en Polonia.
      • Clemente XIII (1758-1767) introdujo “Madre inmaculada”
      • Pio IX (1846-1878) Después de la definición del Dogma de la Inmaculada Concepción: “Reina concebida sin pecado original”;
      • León XIII (1878-1903) Después de haber sido consagrado el mes de octubre al Santo Rosario, introdujo “Reina del santísimo Rosario”. Asimismo, agrego: Madre del Buen Consejo;
      • Benedicto XV (1914-1922) Cuando ardía la primera Guerra mundial adjunto: “Reina de la Paz”;
      • Pio XII (1939-1958) Con motivo de la definición del Dogma de la Asunción: “Reina llevada al cielo en cuerpo y alma (Asunta al cielo)”.
      • Pablo VI (1963-1978) en 1965 después de la conclusión del Concilio Vaticano II: “Madre de la Iglesia”
      • Juan Pablo II (1978-2005) en 1995 entendiendo la familia como institución:“Reina de la Familia” y “Madre de la Misericordia”  esta letanía ha estado colocada después de Madre del Salvador, sin embargo ha sido reubicada por el papa Francisco. 
      • Francisco (2020) «Madre de la Misericordia», «Madre de la Esperanza», «Consuelo de los Migrantes»

¿Porque rezar las Letanías?

    1. Recitar la Letanía es ante todo dar gloria a Dios que tanto ensalzó a su Madre Santísima; es darle gracias a Ella y por Ella.
    2. Es alabarla, admirarla y pedirle su protección, es reconocer y meditar sus virtudes, movernos a imitarla, en cuanto es posible a nuestra humana debilidad, es pedir a Dios y a Ella gracia y protección para llevar a cabo lo que es imposible a nuestras propias fuerzas.
    3. Es una oración corta y muy fácil para quien la medita, es una oración rica de santos pensamientos y de afectos sobrenaturales.
    4. El que no reza las letanías al rezar el Rosario, se equivoca, ya que estas nos permiten aplastar al maligno, ya que es una oración sencilla que nos une a la vida de Cristo y de María.
    5. Es no solo quedarse en los elogios a la Madre de Dios sino encomendarse a su intercesión. Por ello después de cada invocación se añadió el “Ruega por nosotros”, “Intercede por mí” o “Apiádate de mí” o fórmulas semejantes, por las cuales el cristiano que sufre, que está en pecado o se encuentra en trance de muerte, se acerca a María para obtener su gracia mediadora ante el Hijo.
Adiciones a Letanias Lauretanas
Adiciones a Letanias Lauretanas
Santo Rosario

El Rosario, es la oportunidad que tenemos todos de experimentar en la fe ese amor a Dios en María Santísima