ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de los Ángeles. Amén.
INVOCACIÓN DE LA INTERCERSIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que acuden a tu protección, implorado tu socorro y reclamado tu asistencia haya sido abandonado. Con esta confianza en Ti corremos, oh Virgen de las vírgenes; y. gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, nos postramos a tus pies. Oh Madre del Verbo, no desprecies nuestras súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh Soberana Reina de los Ángeles, Madre amorosísima que te dignaste escoger a nuestra amada Patria para que fuera el trono de tus misericordias, te damos gracias por los innumerables beneficios recibidos de tu intercesión poderosa y te suplicamos que nos protejas en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo cuando nos aflijan las preocupaciones; a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios, haz valer tus prerrogativas de Reina y de Madre ante la Santísima Trinidad; socórrenos desde el cielo con amor de Madre y con esplendidez de Reina. Vela por nuestra amada patria, Oh Reina Soberana de los Ángeles y sálvala por amor a Cristo, Nuestro Rey y Señor. AMEN. (HACER PETICIÓN)
DIA 3
Tú que purificaste todas las cosas mediante el agua y pediste a tu sirvo Noé que pusieras a salvo a las especies dentro de un arca, concédenos la gracia de reconocernos adoptados por ti mediante el bautismo. Gracias Soberano Rey, porque mediante ese sacramento nos ves como parte de toda tu divinidad y nos haces parte de tu Reino. Permítenos ponernos a salvo en el Arca de la Nueva Alianza, Nuestra Señora la Virgen María. Purifícanos, Padre, y tú, madre, ayúdanos a mantenernos fieles a este gran don que sólo un Dios tan sabio y bueno puede entregar. Acompaña Madre a tus hijos. Fortalécelos en la fe para que nuestros días con el gran Sacramento de la Eucaristía en el que nos convertimos en sagrarios donde vive y reina Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Amén.
Meditación
“María se presenta a los cristianos de todos los tiempos, como aquella que experimenta una viva compasión por los sufrimientos de la humanidad. Esta compasión no consiste sólo en una participación afectiva, sino que se traduce en una ayuda eficaz y concreta ante las miserias materiales y morales de la humanidad. La Iglesia, siguiendo a María, está llamada a tener su misma actitud con los pobres y con todos los que sufren en esta tierra. San Juan Pablo II.
Propósito
Asumo el compromiso cristiano de ser amoroso y solidario con los que más necesidad experimentan a ejemplo de María.
Oración final
Dios, que llamó a María para hacerla su sierva y luego la colmó con la corona de la salvación, se apiade de nosotros, nos proteja de peligros y asechanzas y nos lleve a la vida eterna, donde junto a los ángeles y santos te rindamos honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén