Segundo Día Novena Virgen Pontmain

Segundo día Novena Virgen de Pontmain

Día 2 – Novena de Nuestra Señora de la Esperanza (Pontmain)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Jaculatoria

Santísima Virgen María, Madre de Gracia, Esperanza del mundo, Escucha a tus hijos, que aclaman a ti.

Oración Inicial

Oh Dios, que por la maravillosa protección de la Santísima Virgen María nos has fortalecido firmemente en la esperanza, concédenos que te suplicamos, que perseverando en la oración a su amonestación, obtengamos los favores que devotamente imploramos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Meditación

Nuestra Señora de la Esperanza, tu aparición en Pontmain trajo nuevas esperanzas a los aldeanos que estaban en peligro por el avance del ejército prusiano. Los aldeanos podrían haberse desesperado por su terrible situación, pero tu aparición les ayudó a confiar en Dios y a tener esperanza.

Oración a Nuestra Señora de la Esperanza (Pontmain)

Oh María, Madre mía, me arrodillo ante ti con el corazón apesadumbrado. El peso de mis pecados me oprime. El conocimiento de mi debilidad me desanima. Estoy acosado por temores y tentaciones de todo tipo. Sin embargo, estoy tan apegado a las cosas de este mundo en lugar de anhelar el Cielo, me llena de pavor el pensamiento de la muerte. Compadéceme en mi angustia, oh Madre misericordiosa. Tú, que eres todopoderoso con tu Divino Hijo. Él nunca rechaza las peticiones de vuestro Inmaculado Corazón. Sé una Madre para mí siendo mi abogada ante Su trono. Oh Refugio de los pecadores y esperanza de los desesperanzados, ¿a quién me volveré sino a ti?

 Alcánzame, pues, oh Madre de la Esperanza, la gracia del verdadero dolor por mis pecados, el don de la perfecta resignación a la Santa Voluntad de Dios y el valor de tomar mi cruz y seguir a Jesús. Suplicad a Su Sagrado Corazón el favor especial que os pido en esta novena.

(Mencione su petición aquí…)

Pero sobre todo te pido, querida Madre, que por tu poderosa intercesión mi corazón se llene de Santa Esperanza, para que en la hora más oscura de la vida nunca deje de confiar en Dios mi Salvador, pero caminando en el camino de sus mandamientos merezca estar unido a Él, ya vosotros en los goces eternos del Cielo. Amén.

María, nuestra Esperanza, ten piedad de nosotros.

Esperanza de los desesperanzados, ruega por nosotros.

3 Ave María