Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Nuestro Señor Dios. En el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; humildemente postrado ante vuestra divina majestad, te pido me perdones todas las ofensas e ingratitudes que he cometido contra Ti. Conozco, Señor, que soy indigno de parecer ante vuestra presencia; por lo cual vengo a Ti por medio de vuestra amantísima Madre, a la que ruego interceda por mí, para alcanzarme el perdón de los pecados que yo de corazón aborrezco, y propongo con vuestra gracia no volver a cometer. Amén.
Oración preparatoria para todos los días
¡Oh María Inmaculada, Santísima Virgen de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder al llamamiento que en persona de la humilde Bernardita, hiciste a todos tus hijos, me postro a tus pies para escuchar con atención Tu voz, exponerte mis necesidades y solicitar Tus amorosos cuidados. No me deseches, Madre mía, a pesar de mi indignidad; atiende únicamente al arrepentimiento que tengo por haber afligido Tu maternal corazón y renovado la pasión de Tu amantísimo Hijo, acude en mi ayuda durante esta santa novena, en la cual me propongo purificar mi alma y conseguir por Tu intercesión el favor especial que solicito de la Divina Majestad y dar gracias a la misma, por todos los beneficios recibidos. Amén.
Día octavo
¡Oh Virgen de Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que haciéndome esclava del Señor y humillándome hasta vivir sin propia voluntad, mereciste que te llamarán bendita todas las generaciones! Enséñame y ayúdame, como a la niña Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar hasta el cielo. Amén.
Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.
ORACIÓN FINAL
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, sino líbranos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!
V.Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!
R.Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén.