Nuestra Señora de Šiluva

Aparición Virgen María en Siluva

Nuestra Señora de Šiluva

Nuestra Señora de Šiluva es una aparicion de la Virgen María en Lituania. Šiluva tiene mucho en común con los más famosos lugares de apariciones marianas, como Lourdes o Fátima, con la diferencia de que la aparición es más antigua. Es un tesoro mariano que gran parte del mundo está solo empezando a conocer, siendo  una de las primerísimas apariciones de la Madre de Dios en el continente europeo, al principio del s. XVII.

Historia

La devoción mariana en Šiluva se remonta casi hasta los mismos inicios del cristianismo en Lituania. El Archiduque Jogaila se bautizó en 1387 al casarse con la reina de Polonia. Más tarde, él y sus sucesores inmediatos, sobre todo Vytautas el Grande, se esforzaron para propagar la fe cristiana en todo su territorio, hasta entonces pagano.

La Reforma protestante llegó con fuerza y rapidez a Lituania, empezando por la nobleza. Ya en 1532 el entonces propietario de la iglesia de Šiluva se hizo luterano. En las décadas siguientes, muchas iglesias católicas fueron confiscadas y cerradas. En aquellos años un párroco de Šiluva escondió bajo tierra una caja de hierro con los documentos referentes a la fundación del santuario católico y diversos objetos sagrados.

Los calvinistas suplantaron a los luteranos como fuerza dominante en Šiluva alrededor de 1555. Pronto hicieron cerrar el templo católico y desterrar a su clero. La iglesia, aunque sin uso, quedó en pie algunos años hasta que fue derrumbada.

La Reforma empezó a decaer en Lituania desde el inicio del s. XVII. De un lado, los calvinistas comenzaron a negar la divinidad de Jesucristo, un extremo inaceptable para muchos nobles. Al mismo tiempo, los jesuitas empezaron a llegar a la región, con fuego en el alma y la claridad doctrinal del Concilio de Trento. Y los católicos empezaron a luchar para recuperar iglesias.

Aparición

Un factor que reforzó decisivamente este cambio de rumbo de vuelta hacia el catolicismo fue una intervención de la Madre de Cristo. Ocurrió en 1608. El más antiguo testimonio, puesto por escrito en 1651, lo cuenta así:

Unos pastorcillos de los alrededores, mientras cuidaban su rebaño, vieron por encima de una gran piedra a una joven. Llevaba en brazos un bebé y lloraba tristemente. Al ver aquello, uno de ellos fue corriendo al catequista calvinista de Šiluva y le contó lo que habían visto. El catequista se acercó al lugar, junto con el rector del seminario calvinista. Los dos también vieron a la muchacha, y le preguntaron: ´Joven, ¿por qué lloras?´ Ella respondió: “Lloro, porque antes mi hijo era adorado en este sitio, más ahora han dado este suelo sagrado al arado, a la siembra y a los animales de pasto.” Dicho esto, ella desapareció.

La noticia sobre la aparición se difundió con rapidez. El obispo católico mandó a un canónigo para investigar lo ocurrido. Intentó localizar el sitio exacto de la antigua iglesia y los documentos acerca de su fundación, como recurso para poder recuperar la propiedad. Llevaron al campo al único que sabía donde estaba enterado el baúl, un anciano ciego. Al llegar a la piedra de la aparición, recuperó la vista y pudo indicar el lugar exacto del baúl.

Al final, se logró la devolución a la Iglesia católica del terreno en Šiluva. Pronto se construyó una capilla sobre la piedra de la aparición, y se levantó una iglesia a unos 200 metros de distancia, en el lugar del santuario original del s. XV.

Una muestra de la impresionante viveza del santuario mariano es el dato histórico de que en 1677 había 12 sacerdotes residentes en Šiluva para atender espiritualmente a los peregrinos. Desde entonces, la actividad pastoral nunca más se ha interrumpido.

La actual iglesia de Šiluva fue construida a mitad del s. XVIII. De estilo barroco tardío, tiene muros externos de ladrillo rojo y una iconografía interior que entremezcla los temas principales de la Madre de Dios, Cristo y la Iglesia. El Papa Pablo VI la elevó a basílica menor.

Imagen

La pintura de María y el Niño Jesús que preside el altar mayor del santuario era considerada, hasta muy recientemente, una reliquia de la iglesia del s. XV que había sido escondida en el baúl y redescubierta con los documentos en el sitio de la aparición de 1608. Pero investigaciones científicas recientes han mostrado que seguramente es obra de un pintor local de la primera mitad del s. XVII. Probablemente fue pintada después de la aparición, para la nueva iglesia de Šiluva.

Nuestra Señora de Šiluva

Se trata de una copia del icono Salus Populi Romani venerado en la basílica de Santa María Mayor en Roma, la más antigua iglesia occidental dedicada al honor de la Virgen María. El icono muestra a la Madre de Dios, con gran dignidad, atrayendo a la gente con sus ojos a mirar a su Hijo. El Niño, sentado en sus brazos, mira a su Madre y bendice al pueblo con la mano derecha.

La imagen de Šiluva, pintada en óleo sobre lienzo, sigue en todas sus líneas a la Salus Populi Romani. La imagen está cubierta por un vestido de plata y oro exceptuando los rostros y las manos de María y Jesús. El vestido fue confeccionado en 1674 a partir de los ex votos, objetos que peregrinos a menudo dejaban en el santuario como muestra de agradecimiento por las gracias recibidas.

Coronación

El 17 de agosto de 1775, el Papa Pío VI , promulgada un decreto sobre la autenticidad de la Virgen de Šiluva,  concediendo permiso para coronar solemnemente a Maria y a Jesús en la imagen milagrosa de Šiluva. Pero antes de hacerlo, el recién instalado obispo Steponas Giedriatis quiso investigar a fondo los supuestos milagros. Convocó una comisión que bajo juramento entrevistó a gran numero de gente, examinó los ex votos y el registro de milagros.

Coronación Nuestra Señora de Šiluva

Finalmente, en 1786 el obispo fijó la fecha para la coronación: el 8 de septiembre, la fiesta titular del santuario. Anunció la decisión con una carta circular que lee así:

“Hemos hecho una investigación detenida, según las indicaciones y normas de la Iglesia, basándose en la opinión de consejeros cultos y sabios, llegamos gradualmente a la convicción de que desde 1622 el Dios eterno y omnipotente, por medio de gracias claramente concedidas, ha querido de verdad ser milagroso en aquel cuadro de la nobilísima Virgen María de Šiluva.”

La imagen fue adornada con dos coronas de oro maciso durante una celebración de tres días. Unos 30.000 fieles acudieron a la solemnidad. Junto con mucha gente sencilla, había también oficiales de estado de alto rango de Lituania y de Polonia, nobles destacados y una docena de obispos.

Virge de Siluva

Entre las apariciones de la Virgen Santisima, la de Šiluva se destaca no solamente por su antigüedad, según Mons. Tamkevičius, sino también por ser probablemente la única en que María ha dirigido su mensaje a cristianos no católicos, un hecho lleno de significado teológico y ecuménico. La aparición demuestra que a la Madre del Redentor le preocupan todos, puesto que Jesús murió en la Cruz no solamente para salvar a los católicos, sino por todos los hombres. “Si María apareciera hoy,” dice Mons. Tamkevičius, “tendría que repetir lo mismo que dijo hace 400 años: mi Hijo era adorado, pero ahora la mayoría de la gente se dedica a otra cosa.”

Juan Pablo II - Šiluva

San Juan Pablo II

  • Papa Pío XI llamó Lituania Terra Mariana (Tierra de María).
  • Papa Pío VI aprobó devociones a la Virgen de Šiluva y concedió indulgencias para ellos.
  • Papa Juan Pablo II rezó en el santuario en el humilde pueblo de Lituania de Šiluva en 1993, dos años después de que el país báltico recuperó su independencia.
  • Benedicto XVI en 2006 bendijo las nuevas coronas de oro para la imagen milagrosa de María y Jesús. En 2008, envió un legado papal para participar en las festividades en Šiluva con motivo del cuarto centenario de la aparición mariana.

 

    • Fiesta: Septiembre 8.
    • Patrona: Šiluva , Litunia.
    • Advocación: Aparición, Imagen.
    • Significado del Nombre: Lugar de los árboles forestales .
    • Website: http://siluva.lt/

Oración a Nuestra Señora de Šiluva

Oh Santísima Virgen María, Tú que apareciste a los pastores en los campos de Šiluva,
Tú cuyas lágrimas de dolor bañaron la roca donde una vez estuvo un altar,
Tú que hablaste con voz de queja:
«¡Aquí estaba mi Hijo adorado, y ahora aras y siembras!»
concédenos que, movidos por tus lágrimas,
una vez como lo hicieron nuestros antepasados,
revivir el espíritu de adoración de tu Hijo en nuestros corazones desolados,
fortalecer la estructura tambaleante del santuario que es la familia,
y restaura el perdón por nuestra transgresiones y pecados de todo nuestro pueblo.

Oh Madre de Dios, deseamos elevar la gloria de tu revelación de ruinas olvidadas,
para que podamos honrarte aún más, la Patrona de nuestra tierra (Lituania),
y con tu ayuda obtén para nosotros el espíritu de una fe viva.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.