Nuestra Señora de Beauraing

Nuestra Señora de Beauraing

Ficha Técnica

  • Fiesta: Noviembre 29.
  • Patrona: Bélgica.
  • Advocación: Aparición.
  • Significado del Nombre: Corazón de Oro.
  • Aprobación: Santa Sede (Vaticano).
  • Website: https://www.sanctuairesdebeauraing.be/

Historia

Nuestra Señora de Beauraing, también conocida como la Virgen de corazón de oro, fueron las apariciones en Beauraing, una pequeña ciudad de habla francesa, ubicada en el sur de Bruselas, Bélgica, en la diócesis de Namur, y fue allí donde la Santísima Virgen María se apareció a un grupo de niños, entre desde el 29 de noviembre de 1932 hasta el 3 de enero de 1933, en donde hubo 33 apariciones.

Los cinco niños provenían de dos familias distintas: los Voisin y los Degeimbre, ninguna de los cuales estaba particularmente convencida de ser católica. Desde el momento que los niños estaban en presencia de su visión, se ponían rápidamente de rodillas todos juntos, mientras que el tono de su oración se elevaba y unificaba de manera que causaba fuerte impresión a los testigos.

Aparición

El 29 de noviembre de 1932, el Sr. Voisin pide a sus hijos Fernanda (15 años) y Alberto (11 años) de ir a buscar a su hermana, Gilberta (13 años) en el colegio de las Hermanas de la Doctrina Cristiana. En el camino, los niños invitan a sus amigas Andrea Degeimbre (14) y a su pequeña hermana Gilberta (9 años) para que los acompañaran.

Cuando Alberto había tocado la puerta del pensionado, se dio la vuelta y vio a la Virgen María caminar en el aire sobre el puente del ferrocarril, que domina la carretera de Rochefort. Su hermana y sus amigas incrédulas se dan vuelta y ven ellas también a la “hermosa dama de blanco”. La hermana Valeria les abre la puerta. Los niños le señalan la presencia de la Virgen.

No creo en sus bromas, les dice la hermana y va a buscar a Gilberta a la sala de estudio. Cuando ella llega sin saber lo que pasaba, al abrir la puerta, ella también ve a la Santa Virgen caminar en los aires sobre el puente. Asustado, los niños vuelven a sus casas corriendo, se prometen de volver al otro día, a la misma hora para buscar a Gilberta.

Posteriormente se aparecerá tan sólo durante el rezo del Rosario, que ellos tomaron la costumbre de recitar mientras esperaban su venida. Durante las siguientes noches, se desarrollaría de manera gradual un patrón en el que los niños verían a María junto a un árbol de espino cerca de la gruta, pero fuera de los terrenos del convento.

Se arrodillaron en la calle y miraban a través de la verja, desde el exterior de la puerta del convento. Los niños se arrodillaban simultáneamente en la calle empedrada, con una fuerza que hacía que los transeúntes hicieran muecas de dolor y, sin embargo, no sufrían ningún daño; además, la gente se asombraba del agudo tono que tomaban las voces de los niños mientras estos oraban.

La virgen Maria durante las apariciones representa tener de 18 a 20 años. Su vestido es largo y blanco, de armoniosos pliegues, sin cinturón y atravesado en oblicuo de arriba abajo por un rayo azul celeste. Siempre guarda las manos juntas como en oración, con rayos de luz rodeando su cabeza y los ojos los mantiene fijos en el cielo. De sus brazos cuelga un rosario. Durante las últimas apariciones, al abrir sus brazos para despedirse, se deja ver en el centro de su pecho un corazón de oro envuelto en rayos resplandecientes. Silenciosa por largo tiempo, la Señora comenzó a hablar a los niños en un lenguaje que ellos pudieran comprender, y les ruega «que sean siempre obedientes».

Videntes-Beauraing

Videntes-Beauraing

El 2 de diciembre, Albert le preguntó, ¿Es usted la Virgen Inmaculada, a lo que Ella sonrió y asintió con la cabeza. Le pregunto, «¿Qué quiere usted de nosotros?», Ella habló por primera vez. Como respuesta a su pregunta la Virgen Santísima le dijo: “Siempre sé bueno“.

El jueves 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, una multitud de aproximadamente quince mil personas se reunió esperando poder presenciar un gran milagro, pero solo vieron a los niños en éxtasis, insensibles al calor de las velas encendidas que se sostenían debajo de sus manos, pinchazos o luces en sus ojos. Mientras tanto, el sacerdote local, el padre Lambert, y las autoridades de la Iglesia en general, decidieron tomar una actitud muy prudente para con los eventos en Beauraing, y se negaron a involucrarse: el obispo local ordenó a sus sacerdotes no visitar el lugar.

Las apariciones no ocurrían todas las noches, aunque los niños se reuniesen y rezasen el rosario. Cuando María aparecía, caían de rodillas al unísono.

El día 21 de diciembre de 1932, declaró: «Yo soy la Virgen Inmaculada»; y el día 23, respondiendo a la pregunta de por qué venía, la Virgen contestó: «Para que se venga aquí en peregrinación». También pidió que se hiciese oración: «Rezad, rezad mucho. Orad siempre» y dijo a los que niños que deseaba una capilla.

Fueron vigilados de cerca para asegurarse de que no pudieran hablar entre ellos, y cuando la aparición terminó fueron cuestionados por separado. El 28 de diciembre, los niños dijeron que Ella había dicho eso: “Mi última aparición tendrá lugar pronto“.

Al día siguiente, Fernande vio a la Santísima Virgen con un corazón de oro rodeado de rayos, y esto también fue visto por otros dos de los niños el 30 de diciembre, cuando María pronunció la frase: “Reza, reza mucho“, que solo fue escuchada por Fernande. El último día de 1932 todos los niños vieron el corazón dorado de María. Es por eso que se le ha llamado la Señora con el CORAZÓN DE ORO, referencia a su Corazón Inmaculado.

El 1 de enero de 1933, María habló con Gilberte Voisin y le pidió: “Reza siempre“, poniendo gran énfasis en la palabra “siempre”; Finalmente, el 2 de enero, anuncia la Virgen: «Mañana diré una cosa a cada uno en particular», en lo que sería la aparición definitiva el 3 de enero.

Una gran multitud, estimada entre 30 y 35 mil personas, se reunió esa noche cuando los niños comenzaron su rosario. Después de rezar dos décadas, cuatro de ellos gritaron y cayeron de rodillas, dejando a Fernande, la mayor, llorando porque no podía ver nada. María habló con Gilberte Voisin, impartiéndole la que ha venido a ser principal promesa de Beauraing: “Convertiré a los pecadores“, y luego: “Adiós“.

A Andree antes de desaparecer le dijo: “Soy la Madre de Dios, la Reina del Cielo. Reza siempre“.

Fernande permaneció arrodillada mientras los otros niños ingresaban al convento donde eran interrogados. De repente, ella, y muchos en la multitud, escucharon un fuerte ruido semejante a un trueno y vieron una bola de fuego en el árbol de espino. María apareció y habló con Fernande
¿Amas a mi Hijo?
¡Sí!- exclamó la niña.
¿Me amas a mí?
¡0h, sí!.
Entonces sacrifícate por mí.

Luego de lo cual, la Santísima Virgen resplandeció con un brillo extraordinario y extendió sus brazos, para que la niña pudiera ver su corazón dorado, antes de decir: “Adiós” y desaparecer. Pocos años después de las apariciones estalló la Segunda Guerra Mundial. Hitler invadió a Bélgica. El Santuario de la Virgen en Beauraing se convirtió en un foco de esperanza cristiana para los belgas.

Aprobación

Aunque hubo problemas en algunos sectores, la oposición a Beauraing prácticamente cesó cuando el obispo designó una comisión de investigación en 1935. En febrero de 1943, el obispo Charue autorizó las devociones públicas, dar culto y honrar a María bajo la advocación de Nuestra Señora de Beauraing, pero no fue hasta julio de 1949, después de la Segunda Guerra Mundial, que el santuario fue oficialmente reconocido y se emitieron dos documentos importantes.

Juan Pablo II Beauraing

Juan Pablo II

El primero trataba con dos de las muchas curas que habían tenido lugar en Beauraing, declarando que eran milagrosas. El segundo documento fue una carta al clero en la que el obispo dijo: “podemos con toda serenidad y prudencia afirmar que el La Reina del Cielo se apareció a los hijos de Beauraing durante el invierno de 1932-1933, especialmente para mostrarnos en su Corazón materno el ansioso llamado a la oración y la promesa de su poderosa mediación para la conversión de los pecadores “.

Desde entonces, una multitud cada vez más numerosa, acude al santuario que se construyó en conmemoración de estos hechos. Y al cumplirse los veinticinco años de las apariciones se reunieron los cinco videntes, todos ellos casados y con familia, para dirigir personalmente el rezo del santo Rosario ante la imagen de la Virgen del Corazón de Oro.Las apariciones han sido aprobadas por la Santa Sede. Cada año unas 200,000 personas visitan el santuario. El mensaje de la Virgen no era solo para los videntes, sino para todos sus hijos. Medítalo. Vívelo. Responde al clamor de Nuestra Madre.

Oración a Nuestra Señora de Beauraing

Nuestra Señora de Beauraing, Virgen Inmaculada,
lleva a tu Hijo Jesús, todas las intenciones que nosotros te confiamos ahora.
Madre del Corazón de Oro, reflejo de la ternura del Padre,
mira con amor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y cólmalos del gozo de tu presencia.
Tú que prometiste convertir a los pecadores,
haznos descubrir la misericordia infinita de nuestro Dios.
Vela en nosotros la gracia de la conversión
para que toda nuestra vida sea el reflejo de esta misericordia.
Haz que cada instante de nuestra existencia
sea un sí a la pregunta que tú nos haces hoy: “Amas a mi Hijo? ¿Me amas a mí?”.
Entonces, el reino de Jesús vendrá al mundo.
Amén.