Ficha Técnica
- Fiesta: Noviembre 21.
- Advocación: Atributo.
- Aprobación: Santa Sede (Vaticano).
Historia
La presentación en el templo de la Santísima Virgen María, es una fiesta que comenzó desde año 543. Históricamente, el origen de esta fiesta fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén, en el mismo monte Sión.
Los orígenes de esta fiesta hay que buscarlos en una piadosa tradición que surge en el escrito apócrifo llamado el Protoevangelio de Santiago. Según este documento la Virgen María fue llevada a la edad de tres años por sus padres San Joaquín y Santa Ana, al Templo para que formase parte de las doncellas que allí eran consagradas a Dios e instruidas en la piedad, respecto la fe de sus padres .
La memoria de la Presentación de la Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los «misterios» de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia.
Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: «Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican”.
Todo eso se viene conmemorando en Oriente desde el siglo VI, y hasta habla de ello el emperador Miguel Comeno en una Constitución de 1166.
Un gentil hombre francés, canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón en 1372, en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia. El 21 de noviembre de 1953, el Papa Pío XII instituyó este día como la “Jornada Pro Orantibus”, en honor a las comunidades religiosas de clausura.
El Papa Francisco en el 2014 animó a que sea “una ocasión oportuna para agradecer al Señor por el don de tantas personas que, en los monasterios y en las ermitas, se dedican a Dios en la oración y en el silencio activo, reconociéndole aquella primacía que sólo a Él le corresponde”.
Oración de la presentación de la Virgen María
Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, y que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Ana, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre.
Tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor, Amén